Podrá nublarse el sol eternamente
podrá secarse en un instante el mar
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.
¡Todo sucederá!
Podrá la muerte cubrirme
con su fúnebre crespón,
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.
6 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario